Cuando la Vida me cansa


Quizás sea por ello, o por que la Luna mengua, también en mi propio ciclo, ayer en la danza me encontré, de nuevo, con la tristeza infinita… que si bien la abrazo cómo es, me cansa y me agota.

Me duelen los pechos. Me duele enfrentarme a los años que van pasando amando a ciegas un porvenir bienaventurado que no puedo (o no sé) completar sola.
He viajado, me he quedado detenida, he vuelto a viajar confiando que está ahí mismo, en cualquier momento… he desenredado mis recuerdos y vivencias, las de mi Madre, las de mi Abuela, sanando dolores y heridas.

Me he entregado a la Luna y al fuego mostrándole en intuiciones mis secretos y no negaré la fortuna de haber recibido sus Bendiciones… pero tampoco mi sobrecogimiento ante sus dones y mi retirada por no sentirme segura de saber honrar lo suficiente ante sus poderes.

Estoy cansada,... y no tengo ninguna duda de la maravilla del milagro de la existencia, pero que larga se me está haciendo ésta Vida.

Creo que mi primera conversación existencial con mi Madre fue a mis seis años, recuerdo que le comentaba que no sé si después de todo, tenía mucho sentido vivir la Vida en un mundo dónde había tantas diferencias. A medida que seguía hablando y hablando y vaciando todas mis emociones mi Madre se iba quedando sin justificaciones para darme, cuando la vi llorar sin respuestas a todo mi mundo interior, decidí callar. Estuvimos mucho tiempo abrazadas.

Ayyy,… hace tiempo que sé que tengo que hacer, pero no sé el qué, y si bien es cierto que he sido capaz de mover energías, ahora estoy perdiendo.

Estoy alerta a las señales que se cruzan y las sigo, confiando en el equilibrio natural de las cosas… demasiado joven para ser maestra y demasiado mayor para ser aprendiz.

Quizás debería abandonarlo todo definitivamente algún día, volver a sentarme frente al fuego bajo la Luz de la Luna y pedirle disculpas por mis miedos y dejar que haga conmigo lo que quiera… desaparecer en medio de los valles de algún lugar hermoso y olvidar que nací, que crecí y que quise dar un sentido a mi Vida alguna vez. Rendirme.
Quizás, algún día.

Con Amor y Respeto.